¡Solo grito, trasnochada!

Se le está yendo la sabia a quien nunca le faltaba,
se le está acabando el magma a mi volcán que
incendiaba a las montañas más altas. A mi paciencia
flemática que siempre esperó el mañana vuelta
estatua. Y el pasado se me escapa con obsesiones
rimadas; y el presente solo acaba al enterrarlas…

Despierto al alba borracha y se me van las mañanas
tras un sinfín de añoranzas. Las tardes en menta
embriagada sobre el sofá de la sala, pasan sin que
me lleguen cartas; y tampoco nadie me llama. Y
las noches si las cuento, el tiempo es plagia, como
horas que al contarlas legan entrañas varadas.

Por mi túnel anda a solas y alocada quien me escapa.

Lejos vaga mi razón distorsionada; y el olvido no
termina por borrarla. Penas, dolor, rocío de flor,
raras palabras; crema de nata fermentando en su
melaza. La incomprensión, la decepción, la estampa
lánguida. La lengua amarga en tentación friega su
salsa; y entre dientes salta atada, envuelta en agua.

¿Qué le queda a un corazón que el amor mata?

– ¡Solo gritos de pavor y una garganta!

Y a solas sigo, tentando lágrimas…

¿Qué me queda si al adiós no vi su cara?

Muerta en vida miro atrás y veo palabras, me ha
sudado el interior en vasos de alma. Se me ha
ido quien amaba y me hace falta; y ya no puedo
contener más mis desgracias. Ya no entiendo por
qué el pecho no me sana, si el desprecio brota a
chorros por mi cara, sobre cañadas de pestañas…

¿Qué le queda a un corazón que el amor mata?

– ¡Solo gritos de pavor y una garganta!

Pero no me resigno y persisto… ¡Y solo grito!

Hasta que acabe esta racha, trasnochada!

Dessin courtoisie de Vincent Tessier

Web du dessinateur: http://www.vincenttessierxxc.com